Separar correctamente los residuos es una práctica esencial para contribuir a la sostenibilidad y a la eficiencia de los sistemas de reciclaje. Para lograrlo, es indispensable conocer los diferentes tipos de contenedores y qué significa cada color. En este artículo te explicamos el uso adecuado de los cinco colores más comunes en los sistemas de recogida selectiva en España.
Este es uno de los tipos de contenedores más conocidos y utilizados. Está destinado a los residuos de envases que, por su ligereza y composición, pueden reciclarse de forma eficiente para generar nuevos productos plásticos, metálicos o compuestos.
En él deben depositarse:
Botellas y envases de plástico (agua, refrescos, detergentes), que representan un alto porcentaje del residuo urbano.
Bricks (leche, zumos, caldos), formados por capas de cartón, aluminio y plástico.
Latas de bebida y conservas, que al ser de aluminio o acero pueden reciclarse de forma indefinida.
Bandejas de aluminio y aerosoles vacíos, siempre que estén completamente vacíos y sin restos peligrosos.
No se debe echar: juguetes de plástico, electrodomésticos, tuppers o utensilios de cocina, ya que requieren otros tratamientos y puntos de recogida específicos.
Consejo: Aplasta los envases antes de tirarlos para ahorrar espacio y facilitar la gestión del contenedor.
Estos tipos de contenedores está destinado exclusivamente al papel y cartón limpio y seco, materiales reciclables que, bien clasificados, permiten crear nuevos productos de papel sin talar más árboles.
Se deben depositar:
Periódicos, revistas y folletos, que pueden reciclarse varias veces.
Cajas de cartón (dobladas), como las de embalaje o alimentos secos.
Sobres y hojas de papel usados, sin grapas ni elementos plásticos.
No se debe echar: papel plastificado o sucio, pañuelos usados ni bricks, ya que contienen otros materiales que impiden el reciclado eficiente.
El contenedor verde es el más adecuado para reciclar envases de vidrio, material 100% reciclable sin pérdida de calidad.
Se puede echar:
Botellas de vino, cerveza o refrescos.
Tarros y frascos de vidrio sin tapas ni tapones.
No se debe echar: tapas ni tapones (van al contenedor amarillo), cristales de ventanas o espejos (requieren gestión en punto limpio), ni bombillas o tubos fluorescentes (considerados residuos peligrosos).
Importante: El vidrio reciclado permite ahorrar grandes cantidades de energía y materias primas, reduciendo la huella ecológica.
Estos tipos de contenedores es de los más recientes y está destinado a los residuos biodegradables. Su objetivo es convertir restos orgánicos en compost o biogás, evitando su depósito en vertederos.
Se deben depositar:
Restos de comida, como sobras, pan duro o huesos.
Cáscaras, pieles de frutas y posos de café o infusiones.
Papel de cocina sucio o servilletas usadas, siempre que no contengan productos químicos.
No se debe echar: aceites usados (que deben llevarse a un punto limpio), excrementos de animales ni plásticos biodegradables no certificados.
Consejo: Utiliza bolsas compostables para evitar malos olores y favorecer el proceso de compostaje industrial.
Estos tipos de contenedores está destinado a los residuos que no pueden clasificarse en los anteriores y que, por sus características, no pueden ser reciclados de forma eficiente.
Aquí se depositan:
Pañales, compresas, bastoncillos y productos de higiene personal.
Cerámicas, vajillas rotas y pequeños objetos de uso doméstico no reciclables.
Colillas, pelo, polvo de barrer y otros restos sin valor de recuperación.
Atención: Reducir el uso de este contenedor ayuda a disminuir la cantidad de residuos que acaban en vertederos o son incinerados, procesos altamente contaminantes.
Saber usar correctamente los tipos de contenedores permite:
Reducir la cantidad de residuos que van al vertedero.
Aprovechar materiales reciclables y ahorrar recursos naturales.
Facilitar la labor de las plantas de tratamiento y recogida selectiva.
Cumplir con la normativa municipal y autonómica sobre gestión de residuos.
En Valladolid, por ejemplo, el Ayuntamiento promueve campañas de concienciación y proporciona recursos para facilitar la separación en origen. Puedes consultar más información en su portal de medio ambiente: https://www.valladolid.es
Conocer los tipos de contenedores y su correcta utilización es una herramienta clave para avanzar hacia un modelo de economía circular y sostenibilidad real. La separación selectiva es una responsabilidad compartida, y con pequeños gestos en el hogar o la empresa se pueden lograr grandes cambios. Desde Valladolid, el compromiso con el reciclaje es cada vez mayor, pero aún queda camino por recorrer: empieza hoy clasificando bien tus residuos.
Si buscas asesoramiento o servicios especializados en gestión de residuos, en Recuperaciones Iscar somos expertos en el sector y ofrecemos soluciones adaptadas a cada necesidad. Contáctanos para garantizar el cumplimiento normativo y contribuir a un futuro más sostenible.